Uno  de los Pilares de la eduación es aprender a conocer que esen poseer una  cultura general amplia, con ocnocimientos básicos de una gran cantidad  de temas y conocimientos profundos especificos de algunos temas en  particular. Implica aprender como continuar incorporando nuevos  conocimientos a las estructuras ya establecidas. 
Este  tipo de aprendizaje, que tiende menos a la  adquisición de  conocimientos clasificados y codificados  que al dominio de los  instrumentos mismos del saber,  puede considerarse a la vez medio y finalidad de la vida humana. 
En  cuanto medio, consiste para cada personam aprender a comprender el  mundo que la rodea,  al menos suficientemente para vivir con dignidad,  desarrollar sus capacidades profesionales y comunicarse con los demás.  Como fin, su  justificación es el placer de comprender,  de conocer, de  descubrir. Aunque el estudio
 sin aplicación inmediata esté cediendo terreno frente al predominio actual de los conocimientos
 útiles, la tendencia a prolongar la escolaridad
 e incrementar el tiempo libre debería permitir
 a un número cada vez mayor de adultos
 apreciar las bondades del conocimiento
 y de la investigación individual.
 El incremento del saber, que permite 
comprender mejor las múltiples  facetas del propio entorno, favorece el  despertar de la curiosidad  intelectual, estimula el sentido crítico y permite descifrar la  realidad, adquiriendo al mismo tiempo una autonomía de juicio. Desde esa  perspectiva, insistimos en ello, es fundamental que cada niño,  dondequiera que esté, pueda acceder de manera adecuada al razonamiento  científico y convertirse para toda la vida en un amigo de la ciencia".  En los niveles de enseñanza secundaria y superior, la formación inicial  debe proporcionar a todos los alumnos los instrumentos, conceptos y  modos de referencia resultantes del progreso científico y de los  paradigmas de la época.
Sin  embargo, puesto que el conocimiento es múltiple e infinitamente  evolutivo, resulta cada vez más utópico pretender conocerlo todo; por  ello, más allá de la enseñanza básica, la idea de un saber omnisciente  es ilusoria. Al mismo tiempo, la especialización ‐incluso en el caso de  los futuros investigadores‐ no debe excluir una cultura general. “En  nuestros días, una mente verdaderamente formada necesita una amplia  cultura general y tener la posibilidad de
estudiar a fondo un pequeño número de materias. De un extremo a otro de la enseñanza, debemos favorecer la simultaneidad de ambas tendencias". Pues la cultura general, aperturaa otros lenguajes y conocimientos, permite ante todo comunicar. Encerrado en su propia ciencia, el especialista corre el riesgo de desinteresarse de lo que hacen los demás.
estudiar a fondo un pequeño número de materias. De un extremo a otro de la enseñanza, debemos favorecer la simultaneidad de ambas tendencias". Pues la cultura general, aperturaa otros lenguajes y conocimientos, permite ante todo comunicar. Encerrado en su propia ciencia, el especialista corre el riesgo de desinteresarse de lo que hacen los demás.
El ejercicio de la memoria, por otra parte, es un antídoto necesario contra la invasión de las informaciones instantáneas que difunden los medios de comunicación masiva. Sería peligroso imaginar que la memoria ha perdido su utilidad debido a la formidable capacidad de
almacenamiento y difusión de datos de que disponemos en la actualidad. Desde luego, hay que ser selectivos en la elección de los datos que aprenderemos "de memoria", pero debe cultivarse con esmero la facultad intrínsecamente humana de memorización asociativa, irreductible a un automatismo.
  Todos los especialistas coinciden en afirmar la necesidad de entrenar  la memoria desde la infancia y estiman inadecuado suprimir de la  práctica escolar algunos ejercicios tradicionales considerados tediosos.
Por último, el ejercicio del pensamiento, en el que el niño es iniciado primero por sus padres y más tarde por sus maestros, debe entrañar una articulación entre lo concreto y lo abstracto.
 Asimismo, convendría combinar tanto
 en la enseñanza como en la investigación 
los dos métodos, el deductivo y el inductivo,  a menudo presentados como opuestos. 
Según las disciplinas que se enseñen, uno resultará más pertinente que el otro, 
pero en la mayoría de los casos la concatenación del pensamiento requiere combinar ambos.
 
El proceso de adquisición del conocimiento no concluye nunca y puede nutrirse de todo tipo de experiencias. 
En ese sentido, se entrelaza de manera 
 a medida que éste pierde su aspecto rutinario. 
Puede considerarse que la enseñanza básica tiene éxito si aporta el impulso y las bases 
que permitirán seguir aprendiendo durante toda la vida, no sólo en el empleo sino también al margen de él.
 



 
 
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